domingo, 22 de mayo de 2011

Coherencia y Educación Moral

Una contribución de Cristhian Martínez quien ha estado trabajando el tema de educación moral en el grupo de Roberto Posada.

Algunas razones para el mal funcionamiento de la educación moral en Colombia desde la perspectiva del desarrollo cognitivo-social.

En los últimos años, pero especialmente en lo que lleva el 2011, se ha notado un incremento en la violencia dentro y alrededor de las instituciones educativas colombianas http://www.eltiempo.com/archivo/documento/CMS-4184137 y un auge informativo en temas relacionados, como por ejemplo la judicialización de menores o el cyberbullyng, entre otros.

La psicología cognitiva, encargada básicamente de indagar por las maneras y mecanismos mediante los cuales conocemos el mundo, tiene dos componentes generales: 1) la cognición del mundo físico y 2) la cognición del mundo social. Aunque un poco relegada con respecto a la primera, la cognición social se encarga de estudiar cómo razonamos con respecto a los otros, a lo correcto e incorrecto, a las reglas, a las relaciones entre personas, entre personas e instituciones, a los sistemas de valores y creencias y al mundo social en general. De este modo la cognición social es un marco dentro del cual se puede hacer un análisis acerca del problema de la violencia en los colegios, el cual está íntimamente ligado con la educación moral.

Las siguientes son algunas razones por las cuales la educación moral falla, desde una perspectiva de dominios específicos del desarrollo moral, la cual se fundamenta en un paradigma organicista y constructivista.


1. Legitimidad de la autoridad.

Hay dos conceptos centrales cuando se habla de educación moral: disciplina y autoridad. Ambos cargan con imaginarios negativos (basta con recordar las sentencias clásicas de la cartilla Charry “la letra con sangre entra”, o “madre dame palo pero dame que comer”) y ambos están relacionados, básicamente, porque la disciplina se puede ejercer con respecto a uno mismo o con respecto a la autoridad. De este modo nos encontramos con las diadas interno/externo, autonomía/heteronomía, autorealización/deber. Por ahora solo voy a hablar de la autoridad. Barnard (1963) sostiene que la autoridad es exitosa sólo cuando sus ordenes promueven el orden moral o social como el subordinado lo entiende. Esto quiere decir que el subordinado está de acuerdo con quien imparte la autoridad por estar ésta legitimada por la coordinación de entendimientos sobre las reglas. Jackson (1968) afirma que la principal manera en que la escuela contribuye al desarrollo de valores sociales y morales en los estudiantes, es a través de las respuestas de los profesores a las transgresiones sociales cotidianas de los estudiantes, y no precisamente mediante la clásica materia de ética (mal conducida), en donde se “inculcan” valores.

De este modo la efectividad de los profesores como fuentes de conocimiento social es una función de los juicios de los estudiantes quienes evalúan su legitimidad y adecuación con base en la coordinación (coherencia de las respuestas y coherencia con el propio actuar) que los maestros den a sus formas de respuesta (Nucci, 1982; 1984; 2001; Weston y Turiel, 1980). De acuerdo con Metz (1978, en Nucci, 1982) la educación está dada más por la percepción que tienen los estudiantes del maestro como un instrumento competente del orden social que por el poder que el maestro tiene de controlar las recompensas y castigos.

En otras palabras, ningún método de educación moral va a funcionar si no hay una percepción de coherencia y competencia del ente encargado del orden social. Weber sostenía que el maestro está entre el padre y el policía; esta secuencia representa una versión comprimida del desarrollo moral de una persona con relación a las principales figuras de autoridad durante toda su vida. Si estas tres figuras no son coherentes, no solo van a ser ineficaces en cuanto educadores, sino que van a “atrofiar” el propio entendimiento autónomo de conceptos morales de las personas.

Sin contar los múltiples casos de corrupción en varios órganos del estado, la deslegitimación de algunos gobernantes por escándalos de todo tipo, entre muchas otras situaciones, los siguientes son algunos ejemplos cotidianos directamente relacionados con justicia, bienestar y derechos humanos que son la base sobre la cual construimos conceptos morales:

http://www.eltiempo.com/colombia/bogota/abuso-de-la-policia-de-bogota_9313020-4

http://www.caracoltv.com/noticias/nacion/video-214368-piden-maxima-condena-para-alcalde-mato-a-ciclista

Especial atención a la argumentación del abogado del alcalde sobre el extraño fenómeno de “osmosis alcohólica”, relacionado con el post de argumentación sin evidencia (aunque asegura tenerla). Y el ambiguo papel de la policía en este caso.

http://www.eluniverso.com/2006/08/22/0001/14/F63237DBEDCC4B068DC174F07BA152B2.html

http://www.canalrcnmsn.com/noticias/polic%C3%AD_en_estado_de_embriaguez_se_suicid%C3%B3_tras_chocar_dos_taxis_en_bogot%C3%A1

¿Porque no puedo conducir mi carro en estado de embriaguez y huir al causar un accidente, si agentes de la policía, el ejército, la Dijin e incluso el alcalde, el burgomaestre, lo hacen?

¿Por qué no robarme las vueltas, o el descuadre de la nómina, si los desfalcos en el sector salud son billonarios, o las guacas incautadas son una medalla de honor?

Cualquier inversión en campañas de conciencia ciudadana, convivencia, tolerancia, “quítate los guantes”, “entregue las llaves”, etc., se ve contrarrestada con un sólo mensaje incoherente y contradictorio de 2 minutos en el noticiero.

El papel de los educadores morales no es enseñar moral, es acompañar y promover el desarrollo autónomo de conceptos morales, y propiciar lo que algunos llaman una atmósfera moral adecuada. Luego de que en el hogar y en la escuela se cumpla esta condición, y se ingrese en la vida civil, la coherencia en los mensajes se debe mantener por parte de los organismos de regulación social.

Así que si siente el deseo visceral de no obedecer a la autoridad, no se preocupe, es natural y además sensato si la autoridad no es competente. Sin embargo no permita que sus conceptos morales se vean influenciados por este hecho.

Cristhian Martínez M.


2 comentarios:

  1. Me gustaría encontrar un ejemplar de la cartilla de Charry para verificar si ahí efectivamente se encuentra escrito que "la letra con sangre entra".

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  2. Una sugerencia: en la próxima publicación Don Christian podría acudir a referencias menos viejas. Seguramente sus mentores pueden hacerle sugerencias

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